Albóndigas con patatas

El domingo, echando un vistazo por el blog de Glenda, vi una receta parecida a esta, creo que con algo más de elaboración, y me acordé que tenía algunas albóndigas en el congelador, así que me solucionó la comida para el día siguiente, que además de ser lunes (no me gustan nada), iba a ser uno de esos días que llegaría a casa con la hora justita para preparar la comida.
Esta forma de hacer las albóndigas, la aprendí de mi madre, y aprovecho para decir que aunque no es muy innovadora en la cocina... es la mejor cocinera que hay!!!!  de ella he aprendido mucho, y he sacado esta afición. 

10 albóndigas

1 patata gande

1 yema de huevo

1 vaso de Vino blanco

1 vaso de agua

1 pastilla de caldo de jamón

Vinagre

Freímos las albóndigas y las pasamos a una olla limpia con unas cucharadas de aceite de haberlas frito. Echamos el agua, el vino y la pastilla de caldo de jamón y ponemos al fuego.

Mientras, pelamos la patata, la lavamos y chascamos. Esta es una forma de cortar las patatas para que suelten la fécula y cojan mejor el sabor. Para chascarlas hay que meter el cuchillo y tirar hacia fuera de forma que la patata quede rugosa (supongo que se llama chascar porque al tirar suena un chasquido)

Cuando el caldo de las albóndigas esté hirviendo, añadimos las patatas y dejamos a fuego medio, tapadas, hasta que estén blanditas.

En un plato ponemos la yema de huevo y un chorrito de vinagre, mezclamos, y echamos la mitad en el otro plato.

(Para que veais la candidad de vinagre, es muy poquito)

Al echar el guiso en el plato, hay que mover para que se mezcle con la yema y no se cuaje.

¡¡¡Y Listo!!!!!